La vecindad se encuentra adornada de fiesta, ya que ese día en la noche, se llevará a cabo la posada de la vecindad, organizada por todos los vecinos en donde cada uno de ellos aportá 20 pesos, a excepción de doña Florinda, quién no comparte dicha celebración.
Mientras tanto, los niños trabajan en la piñata, pegando el papel de china con la cola del vecino... que es carpintero. Don Ramón les insiste repetidamente en que deben de trabajar cuidadosamente, ya que sin piñata no hay posada.
Con la llegada del Señor Barriga a la vecindad, don Ramón aprovecha la posada, para invitarlo personalmente a que participe; su fin no es únicamente el de invitarlo, si no también, el de esperar que el Señor Barriga le perdone 1 o hasta 2 meses de renta; objetivo que logra cumplir.
A pesar de que el Chavo quiebra varias piñatas, logran conseguir una nueva y la fiesta comienza con todos los invitados. Se propone romper la piñata antes de que la música suene.
Quico ni siquiera logra golpear a la piñata, el Chavo a quién golpea es al Señor Barriga y en el turno de don Ramón, doña Clotilde lo marea un poco, para que se le dificulte romperla. Para mala fortuna, doña Florinda es quien se encarga de manejar la piñata y con toda la intencion, la deja caer sobre él.
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