Los niños se presentan en el patio de la vecindad con instrumentos musicales, la Chilindrina con un violín, Quico con una batería improvisada y el Chavo con una especie de chicharra. Juntos formaban una orquesta en la que cada uno tocaba una música distinta. Podíamos notar el tema de "La cucaracha", "Las mañanitas" y "La danza horas de Tchaikovsky".
Por el escándalo que generan, don Ramón sale de su casa desesperado tratando de hacerles entender que es mucho el ruido que hacen ya que algunos vecinos les gustaría tomar la siesta... sobretodo los que se fueron de parranda el día anterior.
Al no poder solucionar nada, recurre a un remedio casero, el cual trata de colocarse en sus orejas bolitas hechas con pan. De este modo el ruido desaparece y don Ramón recobra la paz. Con esta solución temporal se crea una confusión, ya que al olvidar lo que tiene en sus orejas, y ante la presencia de la Chilindrina que no escucha lo que le quiere decir, piensa que está completamente muda.
Con la visita del Profesor Jirafales a la vecindad, los niños aprovechan para demostrarle los dotes que poseen de músicos, pero no sale del todo satisfecho.
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