Quico aparece en la vecindad con su pelota, invitando al Chavo a jugar fútbol, el cual acepta con todo entusiasmo, mientras que ambos se pelean por su jugador favorito, el cuál resulta ser el famoso Enrique Borja.
Tras un pequeño incidente con la pelota, don Ramón se convierte en un espectador del juego y mientras los observa, el Señor Barriga aparece en el patio, lo que da inicio a una conversación sobre futbol y sus equipos preferidos. Casualmente y de manera ingeniosa, don Ramón dice apoyar al mismo equipo que el Señor Barriga, el Monterrey, todo para evitar que le cobre la renta ese día.
Al tener que soportar varios golpes con la pelota, el Señor Barriga decide prohibir practicar este deporte en el patio, pero cambia de desición al entrar en una discusión con doña Florinda.
La historia finaliza con el Señor Barriga y don Ramón atropellados, ya que luego de malinterpretar las palabras de Quico, corren hacia la calle y justo en ese momento un auto circulaba.
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