Don Ramón castiga a su hija con no poder ver la televisión, pero en la primera oportunidad que tuvo, la Chilindrina desobecede y junto al Chavo, observan una película de espantos, algo que a este último no le hace mucha gracia ya que le provoca continuamente la garrotera.
La Chilindrina se aprovecha del tema y obliga al Chavo a que escuche sus historias de terror, nombrando a muertos y hasta el mismo panteón. Un rato después se entera que Quico se encuentra sólo en su casa y ella junto al Chavo, planean asustarlo utilizando sábanas y una máscara de lobo.
El plan no les sale como creen, ya que don Ramón los descubre y aunque la Chilindrina con su máscara logra asustar a todos, don Ramón les presenta una fotografía que asegura, van a poder espantar a más personas.
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