Estallando globos (1972)

Don Ramón se presenta a la vecindad ayudando a doña Cleotilde a cargar la canasta del mandado. Los niños al observar lo sucedido, se extrañan y reciben un gran consejo: debemos hacerles favores a nuestros semejantes. Mientras tanto, Quico aparece presumiendo su globo, al mismo tiempo que accede, de manera inusual, a prestarlo a la Chilindrina. A pesar del consejo recibido, el Chavo se dispone a estallar los globos con un cigarro que se encontró dentro de la vecindad. Luego de los regaños recibidos, el Chavo decide abandonar la vecindad y para convencerlo de que no lo haga, le regalan una gran cantidad de globos que un globero, justamente, apareció vendiendo dentro de la vecindad.