Don Ramón intenta que su hija la Chilindrina tome su medicina. Con la negativa de ella, él intenta convencerla diciendo que la medicina tiene buen sabor, cuando en realidad no es así. Logra engañarla haciéndole creer que él la prueba, pero con la menor distracción, la escupe.
Al no poder lograr que la Chilindrina tome su medicina, la amenaza diciendo que si no se la toma se la llevará el ropavejero en su saco. Para mala fortuna de don Ramón, un ropavejero aparece en la vecindad y la Chilindrina entra en pánico al ver que se puede cumplir lo que su padre le dijo.
El Chavo con tal de defender a la Chilindrina, golpea al ropavejero, quién tiene un carácter bastante fuerte. Al enterarse que todo se debe a lo que dijo don Ramón, lo culpa y se lo lleva a la calle.
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